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Los días se alargan, sube la temperatura, la luz lo baña todo… Con el verano a la vuelta de la esquina, es el momento perfecto para darle un nuevo aire a nuestro hogar, especialmente si disponemos de un espacio exterior donde pasar largas horas disfrutando con la familia y los amigos.
El verano trae con él un sentimiento de alegría y relajación que podemos incrementar dándole a nuestra casa un toque de color que nos ayudará a aumentar este bienestar que nos aporta disfrutar de nuestro refugio hogareño.

La tendencia de incorporar elementos orgánicos a la decoración ha llegado para quedarse, siendo el vidrio y la madera los materiales más destacados, ya que, aparte de aportar luminosidad, dan un toque de calidez ideal para una decoración veraniega.

Para ayudarte a darle un toque más refrescante a tu casa, te animamos a incorporar colores más vibrantes y a apostar por los adornos naturales. El estilo Mediterráneo suele ser uno de los más extendidos, pero los colores naturales, con terracotas, mostazas y verdes claros como protagonistas, se están abriendo paso para dejar un poco de lado esa combinación de blanco y azul tan típica.
Si los colores vivos no encajan contigo, apuéstalo todo al blanco. Refleja más luz, y teniendo en cuenta que para evitar el calor solemos tener las persianas bajadas, y aportará un toque de mayor frescura que los colores oscuros, que relacionamos con las épocas más frías del año.

Transforma también el dormitorio. Las sábanas blancas son éxito asegurado y, si son de algodón, mucho mejor, ya que transpiran mejor y regulan la temperatura. Si vives en una zona donde por las noches refresca, a parte de ser afortunada, puedes optar por añadir a los pies de la cama una colcha de lino que le dará un toque con muchísima personalidad.

Para darle a tu casa un toque más veraniego y refrescante, pon jarrones con plantas verdes o flores, ¡o las dos cosas! ¡Incluso en el baño! Se respirará un ambiente más natural y fresquito.